Vivir para siempre ha sido uno de los grandes objetivos del ser humano durante siglos. Lo hemos retratado en miles de novelas, películas y series de televisión que miran hacia un futuro de longevidad. Pero, si somos capaces de ver más allá, nos damos cuenta de que el objetivo final no es en realidad vivir más años, sino hacerlo con una mejor calidad de vida.

Porque lo importante es seguir siendo nosotros mismos. Y eso viene de la mano de hacer las cosas que nos gustan, seguir participando en las actividades que nos motivan y formar parte de la vida de los que nos importan de manera activa. Es por eso que, a la pregunta "¿el ser humano quiere vivir más?", la respuesta no sea sólo un "sí", sino "sí, pero no de cualquier manera". 

Y es por esto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones han puesto en marcha programas internacionales para concienciar sobre la llamada longevidad saludable, un término que pone el foco en los cuidados proactivos, preventivos y participativos.

Los datos confirman esta trayectoria: España es el cuarto país más longevo del mundo, con una esperanza de vida de 83,1 años, según la OMS. Y esto nos lanza la siguiente pregunta: ¿cómo queremos vivir? Si la respuesta es "bien", entonces debemos poner cartas en el asunto porque, según esta organización, comenzamos a perder calidad de vida a partir de los 65 años.

Entonces, ¿cómo lo hacemos?, ¿cómo mejoramos nuestra calidad de vida?Según el doctor Ángel Durántez, pionero de la Age Management Medicine (AMM) y autor del libro Joven a los 100 (2020), el punto de inflexión lo ponen nuestros hábitos. Durántez nos indica que pequeños cambios en el día a día pueden convertirse, sin demasiado esfuerzo, en rutinas que supondrán grandes cambios en nuestro estilo de vida.

Comenzar una rutina ligera de ejercicio, reducir el azúcar o introducir alimentos antioxidantes en nuestra dieta, dormir un poquito más o tomarnos un descanso para desconectar son pequeños pasitos que todos podemos dar, pero no siempre estamos preparados para hacerlos solos. En este marco, emprendedores nacionales e internacionales han dado a luz a proyectos para mejorar la calidad de vida de las personas desde diferentes perspectivas.

Entre ellos, en Senniors hemos tenido el privilegio de desarrollar Vitalidad+, el programa de longevidad saludable que acompaña, guía, educa y anima a adquirir mejores hábitos relacionados con los cuatro pilares básicos del bienestar: actividad física, nutrición, sueño y bienestar emocional. Esta iniciativa nació de la colaboración de Senniors con empresas como Google, la gigante tecnológica, y Zúrich, una de las aseguradoras internacionales más potentes.

Analizamos las dificultades que experimentaban las personas a la hora de implementar rutinas más saludables en sus vidas y llegamos a una conclusión: nos ayuda sentirnos acompañados. Y eso nos llevó a unir a un equipo de profesionales especializados en los diferentes aspectos del bienestar y la tecnología de monitorización que registra datos diariamente para conocer la evolución de las rutinas. Así nació Vitalidad+, donde la tecnología y los profesionales trabajan juntos.

Puede que pienses que, a día de hoy, hay muchísima información sobre salud y bienestar. Que acceder a ella no es un reto. De hecho, las redes sociales están llenas de influencers y gurús del bienestar. Tablas de ejercicios, dietas, consejos… Un sinfín de conocimientos que aplicar. Pero con poca o ninguna personalización.

Los programas de longevidad cuentan con expertos que trabajan de manera transversal para mejorar hábitos según el estilo de vida de las personas, sus necesidades particulares y sus circunstancias especiales. Vitalidad+, por ejemplo, también cuenta con un coach de Bienestar que las guía a través del programa, hace partícipe al usuario en la definición de sus propios objetivos y solventa cualquier duda aportando los mejores consejos según cada caso. 

A todo esto, añádele tecnología dedicada a recoger un perfilado de cómo están funcionando las rutinas, si hay que cambiar algo o continuar con la línea de acción prevista, actividades adaptadas a esos datos, una dieta que varía según lo hace tu cuerpo… La tecnología al servicio de las personas sin necesidad de ciencia ficción. 

Pero hay más. ¿Somos capaces de ver las repercusiones a largo plazo de este cambio de vida?

Gracias a los cuidados proactivos podemos prevenir enfermedades, vivir sin dolor o posponiendo achaques que nos impiden disfrutar de las cosas que nos apasionan o las personas a las que queremos y, a la vez, aportar una solución viable a las previsiones de una economía que no será capaz de afrontar la demanda de hospitalizaciones que derivará de la tendencia en la pirámide generacional.

Estamos a tiempo de cambiar esta corriente. ¿Te unes a la revolución de la Longevidad Saludable para cambiar el mundo?

*** Claudia Gómez Estefan es CEO y cofundadora de Senniors.